Las Sony NEX son las primeras cámaras de la compañía japonesa capaces de captar fotografías en 3D. Lo hacen de una manera bastante ingeniosa. A diferencia de otros modelos en el mercado, como éste de Fujifilm, tienen una sola lente. El usuario tiene que mantener apretado el obturador y mover la cámara de lado a lado. El procesador de la cámara toma dos o más fotografías de la misma escena desde un punto de vista ligeramente diferente y construye con ellas una imagen con sensación de profundidad. Con el mismo sistema puede también crear panorámicas de forma automática.
La foto puede verse en un televisor compatible, con ayuda de gafas y está lejos de ser una curiosidad. Sony ha presentado este fin de semana dos cámaras nuevas que permitirán hacer lo mismo (la DSC-WX5 y la DSC TX-9) y es probable que a partir de ahora se convierta en una de las características habituales de las máquinas de Sony.
La técnica es tan sencilla de aplicar a otros productos, como un móvil, que imagino que pronto podría ser muy común entre otros fabricantes. El problema, por supuesto es que para disfrutar de las imágenes hace falta o bien un televisor 3D o un marco de fotos con efecto autoestereoscópico, productos que por ahora son un nicho del mercado y cuya evolución todavía no está clara.
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